jueves, 14 de marzo de 2013

Los elegidos de marzo

Somos un buen grupo, y qué decirles del 2 de marzo, no porque sea mi día, sino porque también cumplen Tom Wolfe, Jon Bon Jovi, Desi Arnaz, Mihail Gorbachov y Pablo Armando Fernández. Después, el 4, viene Alberto Batista, a quien llamo El Ton, no por el tonelaje de su peso, que apena existe, el peso quiero decir, sino porque en algún momento de nuestros estudios universitarios comencé a decirle Albertón, de lo que surgió la inevitable derivación compactada de Ton. Entonces, el 6, el buque insignia de nuestra literatura:Gabo, a quien yo ponía nerviosito todos los seis de marzo de nuestra comunión cubana cuando me le aparecía al mediodía —frente a la puerta de su mansión nacionalizada— con el correspondiente quei de merengue amarillo, el color de su suerte, el que nunca le daba pavura.
Patricia Fuentes a continuación. La cuarta de mi producción de chamas. 7 de marzo de 1991. El mismo día que enamoré —y obtuve el sí, además— de la doctora Niurka de la Torre, a la cual llamo Crocha porque ella me llamó Crocho a mí primero, y con la cual aún estoy empatado pero que no es de marzo. Ah, y mi última adquisición en materia de la hermandad: el chilenito Pedro Schwarze, a quien llamo Pitel—o ¡Piiiiiteeeel! si trato de atraer su atención en la ventanita de los mensajes electrónicos— y que es una cubanización de la traducción al inglés del tan natural Pedro. En fin, piscianos todos. Y por tal razón, soñadores, intuitivos, parasicológicos, comprensivos, inteligentísimos, simpáticos a matarnos y mentirosos. ¿Cómo? ¿Después de esto quieren que les mencione un defecto? Porque ahí ni siquiera mentiroso es criticable. Todo lo contrario. Es una de las grandes virtudes. Con los cuatro primeros de la lista (Wolfe, Bon Jovi, Arnaz y Gorbachov), no me hablo, pero todavía intercambio mensajes con Pablo Armando Fernández, el poeta, a quien llamo PAF, por sus iniciales y porque así lo catalogó por primera vez la revista Verde Olivo en una época que Fidel no nos quería. Fidel es Leo, claro, y no hay manera de que descifre a los peces. ¿Intelectual y piscis? No, por Dios. Nada que ver con eso. Yo lo entiendo, no obstante (ya hablé del carácter comprensivo de nuestro signo): a los peces no hay forma de atraparlos entre las garras. Tú serás todo lo Rey de la Selva que tú quieras, pero los peces te resbalamos. Bien, pues, no quiero que pase el 14 de marzo, el cumpleaños del Pitel—y frontera de mi jubileo piscianeril—, sin atestar que no los olvido. Y japiberdi, cabrones.


Arriba: Tres piscianos en línea: Patricia Fuentes y su papá y Alberto Batista El Ton y su hija Andrea, capricornio para variar, en La Habana de 1993. Centro: Gabo y su amigo. Los pelos en punta de ambos son auténticos. El elevador se ha trabado. La Habana, desde luego, circa 1986. Abajo: Pablo Schwarze y su papá Pedro, Algarrobo, este verano. Verano austral, se entiende.